Image Taboo [Arizu] (08).

 


Modelo de la foto: Lena Paul.


Image Taboo [Arizu]

Capítulo 08.

Contra el Sistema.


Arizu observó atentamente cada video que publicó la familia Nevares para defender su integridad y sintió pena por ellos. No había salido muy bien. La mayoría de la gente que opinaba en redes sociales, como TuVip, opinaban que los Nevares eran unos degenerados y que no deberían llamarse a sí mismos “Moralistas”. Si con tan poco recibían tantos ataques, no se quería imaginar qué pasaría si de pronto alguien hiciera una falsificación con Image Taboo y se corriera el rumor de que era real. En esa falsificación incluso podrían aparecer algunos de los miembros de esa familia manteniendo relaciones carnales entre ellos. Con Image Taboo todo era posible.

Arizu sintió escalofríos de solo pensarlo y se alegró de decirle al mundo que las imágenes que se habían filtrado de ella eran falsas. 

Tenía ganas de llamar a Melisa Nevares y mostrarle su apoyo; pero las relaciones con su amiga habían llegado a un punto crítico y llamarla podría empeorar las cosas. Tal vez Melisa pensara que Arizu llamaba con la intención de decirle “Te lo dije. Había que mentir”. Melisa y su familia optaron por decir la verdad y estaban pagando las consecuencias. Las bases del moralismo sostenían que las consecuencias de la verdad siempre serían mejores que las de la mentira; sin embargo Arizu ya no lo estaba creyendo así. Sus convicciones sobre el Moralismo seguían tambaleándose.


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A la casa de los Bernal también se habían visto las impactantes noticias sobre las fotos filtradas de los Nevares, al fin y al cabo la familia Nevares era muy conocida en las redes sociales. Anastacia le insistió a su madre que buscaran esas fotos, para ver qué tan “inapropiadas” eran. A Vilma no le agradaba que su hija siguiera viendo material de desnudos y cosas que se acercaban a la pornografía; pero Dalma sugirió que este asunto les serviría como ejemplo. Al fin y al cabo los Nevares se habían comportado inapropiadamente y con los malos ejemplos también se puede enseñar.

Las tres mujeres pasaron unos minutos buscando las dichosas imágenes en internet, hasta que llegaron a un portal en el que la gente compartía fotos que, presuntamente, pertenecían a gente conocida. Vilma se quedó paralizada cuando vio una publicación titulada:

“Las fotos porno de la suegra del ex gobernador Bernal”.

Eso no podía ser, era absurdo. Ridículo. Vilma pensó que debía tratarse de un intento para destruir el prestigio de su marido… y el de su madre. 

Dalma estaba tan confundida que ni siquiera pudo emitir un sonido. Su hija y su nieta la miraron con una expresión similar. 

Vilma, sin poder aguantar más la ansiedad, abrió el link que contenía las fotos. Miró la pantalla sin poder creer que esas imágenes fueran reales. Lo primero que le dijo su cerebro fue que debía tratarse de algo generado por Image Taboo, pero había algo que no encajaba.

―¿Qué es esto, mamá? ―Le preguntó a Dalma. 

Anastasia miró a su abuela tan consternada como su propia madre. 

―¿Esas fotos son reales? ―Quiso saber la chica.

―Mamá ―insistió Vilma―. ¿Por qué alguien se molestaría en hacerte ver joven en fotos porno? ¿No sería más fácil mostrarte como estás ahora? Porque en esas fotos no parecés mayor de veinte. 

Ese era el detalle que más sorprendió a Vilma. En aquellas fotos su madre no debía tener más de veinticinco años, como mucho. Quizás veinte. ¿De qué le serviría a alguien mostrar a la suegra del gobernador tan juvenil? Si se trataba de un intento para difamarla, lo más sensato sería mostrarla con la edad actual, para que la gente pudiera reconocerla más fácil. 

Dalma estaba tensa, no sabía con qué cara mirar a su hija y a su nieta; pero negar todo solo traería más complicaciones, a la larga. Decidió ser sincera. Tomó aire, como si eso pudiera imbuirle coraje, y se sentó en el sofá que tantas veces había compartido con Anastasia y Vilma.

―Las fotos son reales ―dijo Dalma. 

La noticia fue un duro impacto para Anastasia, pero aún más fuerte para Vilma; ella se tambaleó y estuvo a punto de caer. Si su hija no la hubiera sujetado, ahora estaría en el piso. Todo le daba vueltas y tenía ganas de vomitar. La mente de Vilma trabajaba a toda velocidad. No podía ser cierto, su madre la crió bajo todos los conceptos moralistas, le enseñó a ser una buena mujer, una persona respetable. Esa madre no podía ser una puta a los veinte años. ¿Cómo podía ser posible?

―Sentate, mamá ―dijo Anastasia, acercando a Vilma a un sillón―. Ya te traigo algo de agua. ―Antes de irse miró a su abuela y dijo―. Dalma, explicale mejor todo este asunto, porque se va a volver loca.

Anastasia fue en busca de un vaso de agua, y mantuvo la oreja bien parada, para poder escuchar todo lo que su abuela decía.

―Vilma ―empezó diciendo Dalma, en tono tranquilo―. Esto va a ser muy duro para vos. Te voy a contar cosas que no querés oír, pero ya es hora de que las sepas, porque esas fotos no se van a borrar de internet, y algún día alguien va a poder demostrar que son reales. Si me lo preguntan, lo voy a negar… hasta donde pueda. Pero vos… ―Anastasia regresó con el vaso de agua, se lo dio a Vilma, quien empezó a tomar pequeños sorbos; tenía la mirada perdida en el infinito―. Vos y Anastasia son las personas más importantes de mi vida. Haría cualquier cosa por ustedes. Quiero que sepan la verdad ahora, quiero que lo sepan por mí… y no por algún tarado de internet. ―Volvió a tomar aire, su hija aún no la miraba a los ojos―. Hace poco más de cuarenta años, cuando yo tenía dieciocho, empezó la llamada “Revolución Moralista”. Al principio creíamos que sería una locura pasajera de un grupo de fanáticos; pero esta gente logró ser muy influyente y cada vez hubo más gente que se unió a la causa. Sin embargo otras personas se revelaron contra el Movimiento Moralista, entre esas personas estaba yo.

―¿Qué? ¿Vos? ―Preguntó Anastasia, confundida―. Pero si vos siempre defendiste el moralismo. Si nosotras somos Moralistas es gracias a vos.

―Ya voy a llegar a eso. Va a ser mejor que vos también te sientes.

Anastasia dudó un instante, pero al final decidió sentarse junto a su abuela. Le dio un fuerte abrazo y le dijo:

―Sin importar lo que me vayas a contar… aunque no me guste, tenés que saber que te quiero mucho.

―Gracias, corazón. Es todo lo que necesitaba oír ―Una lágrima cayó por la mejilla de Dalma, sabía que su hija no diría esas palabras, y le dolía; pero al menos su nieta sí le mostraba su apoyo―. Desde un principio odié todo lo que tiene que ver con el Moralismo. Lo sentí como un movimiento represor… una dictadura que no permitía que la gente se expresara libremente, mucho menos en el aspecto sexual. Básicamente querían castrarnos con discursos de ética y moral. Para los Moralistas coger era solo una forma de procrear, y no debía ser practicado con fines “recreativos”. Como si fueran la religión más ortodoxa, pero sin dioses ni santos de por medio. En esa época yo era una chica muy curiosa y liberal, quería disfrutar de la vida y estos Moralistas me decían que no podía. Eso me molestó mucho. Tanto que decidí irme de mi casa, fui a vivir a un departamento con un par de amigas que opinaban igual que yo. Entre todas ganábamos suficiente dinero para vivir, trabajando de mozas en algún bar o en alguna discoteca cercana. Sin embargo lo importante no era el dinero… sino el sexo ―Vilma pareció volver a la vida de repente, sus ojos se posaron en los de su madre―. Sí, hija. Lo que escuchaste. Cuando yo tenía dieciocho años, para mí lo más importante era coger… y coger mucho. Siempre tenía algún amante de turno, algunos me duraban un fin de semana, otros eran más recurrentes. Incluso los compartía con mis amigas. De ahí salieron varias de las fotos que están mostrando en internet. Hacíamos de todo. No quiero entrar en detalles porque ustedes ven al sexo como algo terrible, sé que sus mentes están cambiando un poco, pero esto es muy repentino. Pensé en contarles todo, más adelante. Me jode tener que hacerlo ahora, de esta manera. Todo lo que vean en esas fotos es real, quedará en ustedes si las quieren “analizar” con detenimiento o no. Imagino que muchas les darán asco, especialmente a vos, Vilma. Vos sos la que se toma más en serio estas cuestiones Moralistas. 

―Porque así me criaste ―dijo Vilma, en claro tono de reproche.

―Lo sé, es mi culpa. Hace cuarenta años todavía no existía el Coeficiente de Moralidad, se podía entrar a páginas porno con total libertad, y nadie te castigaba por subir fotos porno a internet. Nosotras, mis amigas y yo, subíamos fotos y videos porno casi todos los días. Hay muchísimo material, todo recopilado a lo largo de dos años y unos meses. Pero un día cambió todo: quedé embarazada. Sí, de vos, Vilma. Ésta es la parte más dura de todas. ¿Estás preparada?

―No, pero vas a tener que decirlo igual ―Vilma estaba más tensa que nunca, su cara era un mar de lágrimas. 

―La verdad es que no sé quién es tu padre. ―Hizo una pausa para ver cómo reaccionaba su hija, pero ella se mantuvo inmóvil, como si se hubiera convertido en piedra―. Tuve muchos amantes en poco tiempo… tu padre puede ser cualquiera de ellos. Vos tuviste la suerte de conocer a un hombre, al que yo te presenté como tu padre biológico. Un hombre que tenía cuarenta años más que yo. ¿Nunca te preguntaste por qué yo terminé casada con un tipo que me llevaba tantos años?

―Sí, pero supuse que fue porque él era un buen hombre, con una economía firme.

―La parte económica sí es cierta. Lo de buen hombre… puede que sí, en parte. Pero la realidad es que tu papá, el que te crió, era un poquito degenerado y ustedes ya vieron el cuerpo que yo tenía cuando era joven. A Raúl le encantaban las pendejas. A mí me conoció en un bar y cada vez que iba me daba muy buenas propinas, y aprovechaba cualquier oportunidad para tocarme el culo o la concha. Para mí era un viejo verde; pero me la bancaba porque la plata me venía bien. Una vez Raúl me pagó para que le hiciera un pete en el baño. Sí, sé que esto es duro de oír para ustedes; pero es la verdad. Terminé aceptando… el pete no estuvo tan mal, hasta lo disfruté. Al menos él venía bien equipado. Y bueno, cuando me enteré que estaba embarazada, me desesperé. Ya no era yo sola viviendo la vida loca, de pronto era responsable de una vida. Vilma, quiero que sepas que ni por un solo segundo se me cruzó la idea de hacerme un aborto, yo quería que nacieras. Sabía que iba a ser muy feliz con una hija… o un hijo, porque todavía no sabía qué ibas a ser. Pero no quería que nacieras en ese contexto, yo me rebelé contra el Moralismo y estaba dispuesta a vivir como una paria. Cuando se instauró el CdM me dije: “Ok, Dalma, vas a tener el CdM más bajo del mundo”. Esta idea cambió con el embarazo, no quería arrastrarte a esa vida. Raúl llevaba unos meses pagándome para que le chupara la pija, sé que no es tu papá porque nunca le permití que me cogiera. Cada vez que le hacía un pete él me decía que podía sacarme “de la calle”. Yo podía irme a vivir con él. A mí la idea de vivir con un viejo verde que me manoseara todo el tiempo no me hacía mucha gracia; pero llegó el embarazo y mi orgullo me importó poco. Lo más importante era que a vos no te faltara de nada. Por eso acepté casarme con Raúl. Él me hizo sentir como un juguete sexual desde la misma noche de boda. Me cogió toda la noche, estaba desesperado… al parecer nunca había tenido una pendeja tan linda como yo para poder hacerle lo que se le diera la gana. Por suerte a mí no se me notaba el embarazo, por eso le pude hacer creer que vos eras su hija. Él nunca lo dudó, aunque pudo hacerlo, porque sabía que yo me había cogido medio barrio. Te noto pálida, Vilma. ¿Querés que hagamos una pausa?

―No, prefiero que me cuentes todo junto, ahora mismo… para poder volverme loca después.

―Sé que te estoy tirando demasiada información de golpe. Te pido disculpas por eso.

―Tendrías que pedirme disculpas por hacerme vivir una mentira. Nunca tuve la mejor relación del mundo con Raúl, pero al menos creía que él era mi papá.

―Fue tu papá, él te crió, y eso es lo importante. Más allá de que conmigo siempre haya sido un viejo verde, con vos fue un ángel. Me alegré mucho al ver como él te cuidaba, y nunca te hizo faltar de nada. No fue tu padre biológico, pero te cuidó como si fueras su hija, hasta el último día de su vida. Raúl murió pensando que vos eras su hija biológica. No tiene sentido que digas que no es tu padre.

―Tengo muchas cosas para digerir ―dijo Vilma, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano―. ¿Hay alguna otra sorpresita que deba saber?

―No muchas, lo más fuerte ya te lo dije. Anastasia y vos me dijeron que son Moralistas gracias a mí. No deben entender por qué hice las cosas que hice. La respuesta ya se las di: mi hija me cambió la vida. Literalmente. Me di cuenta que no podía permitir que mi CdM bajara demasiado, especialmente porque el CdM de Raúl fue bastante alto desde el comienzo. Él trabajaba en el gobierno y tenía muy buenos contactos. A mí me presentaba como su “dulce princesita”; pero en casa yo era la puta que tenía que pasarse el día vistiendo conjuntos eróticos y sometiéndome cada vez que él quería cogerme. A ver, quiero que quede claro que no la pasé tan mal. Empecé a encontrarle el gustito a esas prácticas sexuales, y como dije antes, al menos Raúl venía bien equipado, tenía con qué cogerme. Lo que me daba bronca era no poder cambiar de amante cuando se me diera la gana… aunque algo de eso hubo. Eso se los cuento en otro momento. La cuestión es que yo pasé a ser la respetada esposa de Raúl, y mi CdM se incrementó mucho; eso nos trajo muchos beneficios. Si bien odiaba el Moralismo, con el tiempo empecé a sacarle provecho. Me di cuenta que era más fácil vivir la mentira de “La esposa ejemplar”, y no andar de puta por ahí. Todo el material porno que subí a internet se perdió, por decirlo de alguna manera. Justo en esa época se prohibió el ingreso a ese tipo de páginas, entrar te hacía bajar el CdM considerablemente. Por eso ni siquiera yo podía mirar esas fotos y videos. Siempre supe que algún día esto podría volver, de alguna manera… y lo hizo. Tardó cuarenta años, pero volvió. Alguien habrá sacrificado parte de su CdM para sacar algo de ese material de alguna vieja página porno, y lo subió a TuVip, donde todo el mundo puede verlo. Por suerte existe Image Taboo, y al menos podré decir, por un tiempo, que las fotos son falsas.

―¿Y qué pasa si yo digo lo contrario? ―Preguntó Vilma, llena de bronca.

―Entonces lo voy a saber entender ―dijo Dalma―. No te voy a odiar por eso. Hacé lo que creas conveniente. 

―No lo hagas, mamá ―intervino Anastasia, ella también estaba llorando―. Puede que todo el mundo crea que son imágenes hechas con Image Taboo, nadie tiene por qué enterarse. Si decís algo podés…

―¿Qué? ¿Arruinarle la vida a la mujer que me mintió durante cuarenta años? ¡Que se joda!

―No, mamá. Me podés arruinar la vida a mi ―dijo Anastasia. Vilma volvió a quedar petrificada―. Todo el mundo me va a mirar mal si saben que mi abuela hizo esas cosas… además podés arruinar la carrera política de papá, y a vos eso te importa muchísimo. ¿Qué va a decir la gente cuando se enteren que la suegra del ex gobernador es una puta?

―¡Está bien! ―chilló Vilma―. No voy a decir nada… pero… pero…

―Entiendo que estés enojada, hija.

―Enojada es poco, Dalma ―la aludida supo que las cosas no marchaban nada bien, su hija nunca la llamaba por su nombre―. Quiero que te vayas de acá, inmediatamente. Sos una mala influencia para tu nieta, no quiero que ella termine igual que vos… como una puta barata que se deja coger por todos. 

―Se ve que no conocés muy bien a tu hija.

―¿Y eso qué quiere decir? ¿Acaso estás insinuando que ella puede ser así?

―No, lo que estoy insinuando es que ella tiene una personalidad más fuerte de lo que vos creés, y puede decidir por sí misma. 

―Puede ser; pero igual no te quiero cerca de ella…

―¡No, mamá! No le digas que se vaya ―suplicó Anastasia―. Yo quiero mucho a la abuela, no me importa las cosas que haya hecho. Siempre fue muy buena con nosotras, y si tenemos una buena vida, en gran parte es gracias a ella. 

―No te quiero cerca de Anastasia ―dijo Vilma, ignorando las palabras de su hija―. Andate, ahora mismo. 

―¡No! ―gritó la joven.

―Dejá, Anita, no te molestes. Tu mamá está enojada ―Dalma habló en tono tranquilizador―. Cuando se le pase vamos a poder hablar tranquilas. Por ahora lo mejor va a ser que me vaya. Portate bien, y no te enojes con Vilma, ella necesita tu apoyo. Necesita que alguien la abrace. ¿Vas a hacer eso por mí?

―S… sí… ―Anastasia tenía la voz quebrada por el llanto―. Te lo prometo. 

―Tratala bien, está dolida. No te pelees con ella, por favor.

―Sí… entiendo.

―Me voy, y te prometo que cuando todo esto se calme un poco, vamos a volver a hablar. Las quiero mucho a las dos.

Dalma salió de la casa, y se quebró en llanto. Había discutido miles de veces con su hija, pero nunca de esta manera.


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Arizu se quedó mirando la pantalla sin comprender nada. Lo que veía no podía ser posible. Cuando entró a TuVip descubrió que alguien le había escrito a su bandeja de mensajes privados, eso le extrañó mucho porque ese tipo de mensajes solo se podían recibir de personas que hubieran sido añadidas como “Amigos”, y ella aún no había añadido a nadie en TuVip. Al abrir el mensaje la sorpresa fue aún mayor, le había escrito el mismísimo Aglaya. Esa persona que se dedicaba a crearle una mala imágen a través de falsificaciones realizadas con Image Taboo, le había mandado un mensaje privado. 

Cuando se recuperó del impacto, empezó a leerlo:

“Hola, Arizu. Soy Aglaya. Sí, de verdad soy yo. Podés verificar que el mensaje salió de mi perfil real. Te escribo para decirte que te admiro mucho, me parecés la mujer más hermosa y sensual del mundo. Espero que no te hayan molestado los videos que hice con tu imágen. En ningún momento tuve la intención de perjudicarte. Lo único que busco es expresar mi admiración por vos”.

―¿Y esa fue la mejor manera en la que se te ocurrió hacerlo? ―Dijo Arizu, en voz alta, como si Aglaya pudiera escucharla.

“Además te escribo por otro motivo. Sé que al principio te va a parecer una locura; pero algo me dice que al final te va a gustar la idea. Si me equivoco, no pasa nada. Pero si tengo razón, vas a descubrir una nueva forma de expresar tu sexualidad. Te propongo lo siguiente: Te voy a dar acceso directo a mi cuenta, para que vos también puedas subir videos. Sí, se publicarían con mi nombre, como si los hubiera hecho yo; pero en realidad van a ser TUS videos, y pueden ser tan porno como se te de la regalada gana”.

―Sí, claro, imbécil. ―Arizu volvió a hablar en voz alta―. ¡Mirá si te voy a estar pasando mis videos porno a vos!

Las palabras que siguieron a continuación sirvieron como respuesta a la queja de Arizu.

“Sé que lo que te estoy proponiendo te va a generar mucho rechazo durante un tiempo. Pero pensalo bien, eso es lo único que te pido. Pensalo. ¿Qué riesgo puede haber? Podrías subir lo que se te de la gana, sin pagar las consecuencias de ser penalizada por el Coeficiente de Moralidad. Y no habría forma de demostrar que esos videos son reales. Tranquilamente podrías decir que son falsos, como hiciste con las fotos que te sacó Melisa Nevares. Sé, de buena fuente, que son reales. Y no, no fui yo quien las subió a internet, por si te lo estás preguntando. No quiero subir material tuyo que sea real, a menos que vos me des permiso para hacerlo”. 

Arizu se quedó helada otra vez. Aglaya sabía que esas fotos eran reales, podía estar mintiendo, claro; pero Arizu sospechaba que esa “buena fuente” era realmente buena. Tal vez se tratase de la persona que subió las fotos a internet. 

“No quiero molestarte. Tenés acceso a mi cuenta, subí videos cuando quieras, de lo que quieras. Te repito: No hay forma de demostrar que sean reales. Todos van a creer que yo los generé con Image Taboo. Y bueno, también estarán esas personas que no creen que Image Taboo sea tan bueno como se dice, esos sí van a pensar que son reales. Pero… si no hay algunas personas que crean que los videos son reales ¿Dónde está la gracia de subirlos? Te recomiendo que hagas la prueba, algún día, y si no estás satisfecha con los resultados, podés borrar el video. Mientras tanto yo seguiré generando algunos propios. Lamento decirte que no voy a dejar de hacerlos, mucho menos ahora que tengo las fotos, para usarlas como guía. Sos hermosa, te adoro. Con eso me despido. Espero que no ignores este mensaje. Adiós.” 

Arizu meditó sobre cada palabra del mensaje y lo leyó muchas veces. Se pasó tres días seguidos dándole vueltas al asunto, pensando por qué Aglaya le había ofrecido eso y si, en verdad, no había forma de demostrar que los videos fueran reales. Arizu llegó a la conclusión de que, mientras existiera Image Taboo, no se podría determinar cuáles de los videos de ese canal eran reales y cuáles habían sido creados por Aglaya. Tal vez Aglaya le había ofrecido esa oportunidad solo por puro morbo, para ver material pornográfico real de Arizu. 

Guiada por un impulso que no lograba comprender, Arizu comenzó a editar un nuevo video. “Yo quiero hablarle a mi público sobre educación sexual. ―pensó―. ¿Qué tal si esta es la mejor forma de hacerlo?” Para el nuevo proyecto usó un material antiguo que tenía muy bien guardado en un pendrive, dentro de una caja fuerte. La caja contenía sus más grandes secretos. 

El nuevo video que tenía en mente mostraría imágenes de ella hablándole a su público mezcladas con las imágenes de un video que había grabado un par de años atrás, con quien ella solía llamar “su segundo novio”. En realidad nunca fue un novio, apenas podría decirse que fueron amantes, porque entre ellos no hubo más que sexo.

―Hola, gente linda ―saludó a sus seguidores, mirando a la cámara con una gran sonrisa―. Hoy les quiero contar sobre mis primeras experiencias sexuales. No tengo muchas, pero quiero ser honesta y contarles sobre ellas, aunque sean pocas. Esto empezó hace un par de años, con mi segundo novio. No diré su nombre, porque prefiero que esa persona quede en el anonimato. A ustedes les bastará con saber que con él tuve mi primera vez.

De solo recordarlo, a Arizu se le mojó la concha. Un par de años atrás ella solía concurrir a un importante Templo Moralista, y su amante no era otro que el mismo líder del templo, un hombre muy apuesto llamado Armando Dretzler. Arizu aún no se explicaba cómo había llegado a acostarse con el hombre que fue su mentor. Él fue quien la preparó para hablar con el gran público y para representar los más altos estándares Moralistas. Sin embargo ella veía venir que algo así ocurriría. Durante estas “clases” con Armando, él no perdía la oportunidad de posar una mano sobre la pierna de Arizu, o provocar algún roce entre su brazo y las grandes tetas de la chica. Arizu, al principio, se sintió incómoda con estos acercamientos; pero de a poco empezó a despertar un instinto sexual, que estaba muy dormido en su interior. 

―La primera vez que chupé una verga no fue muy espectacular ―dijo a la cámara―. Mi novio y yo estábamos sentados, uno al lado del otro, charlando sobre nuestros asuntos, cuando él, de repente, sacó su miembro del pantalón. Me quedé paralizada, ya que nunca lo había visto desnudo. De hecho era la primera verga que veía en vivo y en directo. 

Aún podía recordar la enorme sorpresa que se llevó cuando Armando, sin previo aviso, sacó su verga del pantalón y le dijo: Chupala. 

La sangre le hirvió con el recuerdo, de la misma forma en que lo hizo en aquel momento.

―Por supuesto, una buena chica moralista debería negarse a tocar ese pene, y ni por asomo debería pensar en llevárselo a la boca. Pero seamos honestos: hay impulsos que ni el más adepto de los Moralistas puede controlar. Lo admito, en ese momento yo no pude con la tentación, y con la curiosidad. Por eso no puedo considerar que esté mal el sexo oral, porque en sus primeras instancias puede servir para calmar la curiosidad. Tampoco es cuestión de andar chupando tres pijas a la vez, como lo hizo Selina, pero comerse una de vez en cuando no tiene nada de malo.

Arizu no tenía idea de que Armando pretendía grabar con el celular el primer pete que ella haría. No prestó atención a ese detalle hasta que ya fue demasiado tarde. Sin embargo ahora agradecía tener el materia, para poder adjuntarlo al video que estaba realizando. 

En la pantalla apareció una Arizu dos años más joven, de rodillas ante un pene erecto de gran tamaño. Ella lo miraba, como si estuviera contemplando vida extraterrestre. Lo tocó con timidez y, cuando su instinto sexual se apoderó de ella, se metió el glande en la boca. Lo lamió, mirando con sus grandes ojos azules, hacia la cámara. Fue allí cuando supo que la estaban filmando; pero ya no podía hacer nada. No se animaba a decirle a Armando que no la grabara, al fin y al cabo ese hombre era su superior, su mentor, su guia. Ella solo quería complacerlo.

―La empecé a chupar con un poquito de miedo, pero en cuanto vi que a mi novio le gustaba, lo hice con más ganas. No se imaginan el placer que sentí al tragarla completa. Fue maravilloso. Algunas madres seguramente me odiarán por decir esto, pero yo le recomiendo a las chicas (a las que les gusten los hombres), que alguna vez hagan la prueba, chupen una pija. Puede que les guste. No solo por estar complaciendo a otro, sino también por el placer propio. 

En el video se podía ver cómo Arizu tragaba verga con avidez y cada vez lo hacía mejor. 

―Y les digo otra cosa ―bajó la voz, como si quisiera contar un secreto―. No le tengan miedo al semen. Es muy rico… y da bastante morbo que te acaben en la cara. De eso Selene seguramente sabe mucho, ya vimos cómo tres tipos le llenaron la cara de leche. Bueno, puede que eso sí sea un exceso; pero al menos pueden probar con una pija. 

En el video se pudo ver el momento en que Arizu recibía potentes descargas de semen en toda la cara, ella las recibió con una amplia sonrisa, tan amplia que tenía la boca abierta… y tragó una buena cantidad de ese líquido blanco. 

―Debo reconocer que esa vez fue solo el principio. Después se empezó a volver una rutina eso de chuparle la pija a mi novio. A él le gustaba que yo lo hiciera y a mí me gustaba hacerlo. No considero que estuviéramos haciendo nada malo. 

El video del primer pete finalizó y empalmó con otro, bastante parecido, solo que esta vez Arizu estaba en tetas… e incluso llegó a usar sus grandes pechos durante la felación.

―Agradezco mucho ser tetona ―dijo a la cámara―. Me encantan mis tetas, y aprendí a usarlas para brindar placer. Porque sí, mientras la chupan no solo pueden usar la boca o las manos, si tienen buenas tetas, úsenlas. Se meten la pija entre las tetas, las aprietan bien, y las mueven de arriba a abajo, mientras la chupan. Créanme, hacer eso es delicioso. También es muy lindo que te acaben en la boca mientras hacés eso, y terminar con las tetas llenas de semen. 

En el video se podía ver el momento preciso en el que ocurría eso que Arizu estaba describiendo. Sus grandes melones terminaron cubiertos de espeso líquido blanco. Ella lo lamió, llevando las tetas hasta su boca. 

―No puedo decir que me haya vuelto una experta chupando vergas, pero sí que aprendí bastante, porque a mi ex novio se la chupé un montón de veces.

Y así fue, Armando Dretzler aprovechó cada oportunidad que tuvo junto a su joven pupila, bastaba que se quedaran solos unos minutos para que él sacara la pija y que Arizu se pusiera de rodillas, obedientemente. Ella generalmente la chupaba hasta hacerlo acabar, a menos que temieran alguna interrupción. 

―Este video será cortito, pero creo que fue muy explícito. Más de lo que tenía en mente. De todas maneras quiero hablarles de la forma más directa y franca posible. Sé que hay gente a la que le interesa saber más sobre el sexo y que a veces las costumbres Moralistas pueden llegar a ser demasiado estrictas.

Se despidió de sus espectadores y subió el video de inmediato. Sin embargo la versión que subió a su canal no contenía las imágenes de ella haciendo petes; pero sí todas y cada una de las palabras que había dicho.

Quienes vieron este video quedaron sorprendidos por el lenguaje coloquial que usó Arizu para describir todo. Nunca la habían escuchado hablar de esa manera. Algunos pensaban que se había vuelto loca y vulgar, otros estaban encantados de escucharla hablar de esa manera, incluso les excitaba. Más de un seguir (o seguidora) le confesó que se había hecho una paja mirando el video. Esto, en lugar de molestarle, produjo que a Arizu se le mojara la concha. 

Un par de días más tarde subió otra versión de ese video, la versión que contenía las imágenes de ella haciendo un pete. Lo publicó en el canal de Aglaya diciendo: “Ésta es la versión original del video, se supone que debía ser así. Con petes incluidos. Espero que les guste ver cómo chupo pija”.

Ese video se volvió viral al instante, incluso más que el que había subido a su canal. Por supuesto se inició el debate acerca de si las imágenes eran reales o falsas. Arizu sintió un revoltijo morboso al descubrir que la gran mayoría sostenía que las imágenes eran reales, aunque no podían demostrarlo. Mientras leía los comentarios, Arizu tuvo que hacerse una paja, no aguantó más con la calentura. Tanta gente viendo cómo ella chupaba pija… era simplemente delicioso, y morboso. Porque sí, esta vez estarían viendo imágenes reales de ella chupando pija y recibiendo semen en la cara.

“Eso me lo hicieron de verdad”, pensó, mientras se colaba los dedos en la concha.

Decidió encender la cámara y grabar todo el proceso de masturbación, tomando un primer plano muy explícito de su vagina. Subió este video al canal de Aglaya, sin pensarlo dos veces. Sabía que luego se arrepentiría; pero en ese momento no podía ir en contra de su morbo, era más fuerte que ella.

Al día siguiente recibió otro mensaje privado de Aglaya.

“¡Impresionante! Sabía que te ibas a animar, y me sorprende que lo hayas hecho tan rápido. ¡Y de qué manera! Me encantó verte chupar pija. Se nota que te encanta hacerlo. Tus seguidores se están volviendo locos. Todos te quieren coger, todos quieren que les comas la pija… y todos quieren ver más material porno tuyo. Me sorprende que haya tanta gente diciendo que los videos son reales. ¿No te da morbo? Porque a mí sí”.

Arizu sonrió, al fin y al cabo tal vez ella y Aglaya no eran tan distintos. No conocía de nada a esa persona, sin embargo ya estaba sintiendo que había una conexión especial entre ellos. Al fin y al cabo Aglaya era la única persona que sabía, sin lugar a dudas, que los videos eran reales.

“Pero no te preocupes, Arizu. Nadie puede demostrar que los videos sean reales. Espero que esto sea solo el principio. Si querés mandar más, voy a ser una persona muy feliz. Me encantaría verte coger. Si tenés videos chupando pija, imagino que tendrás algunos con la pija metida en la concha. Si lo hay, por favor, no dudes en subirlos a mi canal”.

Arizu estaba confundida, sabía que lo que había hecho estaba mal, iba en contra de sus principios. Sin embargo sabía que subiría más material al canal de Aglaya. No podía evitarlo, el morbo la estaba consumiendo por dentro.


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